Feeds:
Entradas
Comentarios

Archive for the ‘Reflexiones’ Category

Definiciones.

Me encanta.

«Lesbiana: Dícese de la fémina que bebe en taza peluda.»

¿Es o no es acaso la mejor definición de lesbiana que habeis leido en vuestras tristes vidas?

Read Full Post »

¿Sabes tú?

¿Tú sabes lo que es darlo todo y no recibir nada?

¿Tú sabes acaso lo que es sentir algo y querer contarlo y tener esa horrible venda en la boca que te impide continuar adelante y reventar?

¿Tú has entendido acaso el lenguaje de mis ojos, aquellos que decías que hablaban sin parpadear, esos que has visto llorando por tu dejadez, por tu descontrol, por tu amor propio y tu egoismo?

¿No lo sabes?
¿No lo sabías?

¿Y porqué no preguntaste? ¿Para qué tienes labios, para besarme?¿Para mentirme? ¿Acaso no sabes hablar?

¡Y mentir! Eso si que sabes, ¿verdad?

¿Lo sabes?

Read Full Post »

¿Sabeis qué es lo que mas puede hacer que yo rechace a una persona?

El miedo. Que tenga miedo. El miedo nos vuelve estúpidos. Es cierto que en momentos de pánico absoluto, si hay que poner a salvo la vida, el miedo puede ayudarte a encontrar la solución mas rápida. Pero…¿y cuando no hay pánico?

He tenido experiencias recientes acerca de eso. Gente que no es capaz de desprenderse de su pasado y ser libres, por miedo a lo que pueda venir. En el fondo no es pereza, no es que no haya ganas, es simple y llano miedo, el «y ahora…¿Qué va a pasar?». Y es gracioso, porque yo con 21 años lo he entendido perfectamente.

Solo le tengo miedo a las arañas y es un miedo justificable (pican, sus pelos son urticantes, te pueden matar).

Por eso me sorprende lo asustada que viven algunas personas. Creo que es un poco miedo a sí mismos, a hacer cosas que creyeron que nunca iban a hacer, cosas que habian imaginado para otras personas, miedo realmente a descubrirse como alguien diferente o porqué no, a descubrir esa máscara con la que se tapan para parecer una u otra cosa. Que oye, a mí me parece fantástico, cada uno que viva como quiera siempre que no me afecte a mí.

Pero…¿y cuándo me afecta? ¿Ahora qué hago?

Son situaciones que me desarman totalmente porque claro, no sabes cómo actuar ni qué decir, incluso a veces no sabes ni a quíen tienes que decirle aquello que tengas en mente. No sabes si deberias callarte, si deberias contarlo todo, si debes esperar o no.

Al menos esto es como yo reacciono. Lo que pasa es que cuando detecto esas personas, si el miedo es transitorio y tienen ganas de seguir adelante…pues mira, se les tiende una mano y se presta ayuda. Pero si es algo crónico y no ponen de su parte…¿Qué hago yo, comerme los marrones de los demás?

Estaríamos buenos!

Read Full Post »

Decisiones

Mala cosa.

No sé donde leí, pero sé que tiene nombre. Sabes que tienes que tomar una decisión y que ambas van a tener consecuencias fatídicas. Toca elegir la menos mala.

Por un lado, hablo con mi jefe acerca de un gran fiestón -posiblemente será uno de los mas grandes de Europa- en fin de año. Yo no tendría que trabajar ahí, sino en mi discoteca habitual, ya que para el primer sitio se esperan entre 8 y 10.000 personas, y van a necesitar entre 60 y 70 camareros para cubrir la fiesta. Pensad que eso da unos 1000 clientes por camarero en toda la noche.

Pero claro…tendría que quedarme en Barcelona, adiós a mis planes de fin de año en Sevilla. Quería volver, pillar vacaciones el 22 y hasta el 6 de enero estar en casa. He hablado con mi madre y ha respondido esto:

«Hombre chico…no me hagas esto, no estás en casa nunca y ahora tampoco en fin de año…»

Conozco a mi madre y tiene dos ténicas para chantajearme, la rusa y la pena. Obviando la técnica rusa de la que hablaré otro día, esta vez si que la he notado tristilla al hablar por teléfono. Normal, lo entiendo.

Asi que ahora…no sé qué hacer. Sé que en el trabajo tendrán en cuenta que me quede en fin de año y pienso decirlo así. Soy de los pocos «extranjeros» que tienen a la familia lejos, aunque me paguen el doble (160) por esa noche.

Tengo varias opciones:

1. Ir a Sevilla del 22 al 30, y no estar en fin de año en casa (Opción familiar)

2. Ir a Sevilla del 22 al 6 de enero, y no trabajar aquí (Opción laboral)

3. Ir a Sevilla del 22 al 30 y del 2 al 6 (Opción cara).

No se me ocurre nada mas. El caso es que haga lo que haga, algo se joderá. Sé que a mi jefe le hace falta peña en plantilla, y a mi madre le hace falta verle. Me encantaría poder coger un vuelo a la 1 y estar en bcn a las 2.30, pero a esa hora ya no hay vuelos.

Cagoentó. Ayudadme, cerdos.

Read Full Post »

Castillo de naipes.

¿Sabes cuándo pones esperanza en un proyecto…supongamos…un castillo de naipes? Es una tontería, un ejemplo, pero fácil de visualizar.

Un castillo de naipes. Sabes que no será eterno. Sabes que mientras lo estás construyendo, será un reto muy complicado, que tienes que tener en cuenta dónde pones cada carta. Si lo empiezas pensando en que terminará derribado, entonces no lo comiences. Lo empiezas porque crees que será divertido y aprenderás a hacer otros castillos de naipes.

Los naipes pueden ser del palo que quieras, puedes mezclarlos incluso. Puedes ponerlos hacia afuera para que luzcan de todos los colores o hacia adentro para que sea uniforme, eso ya al gusto del lector.

Primero empiezas haciendo una base sólida, firme, que sabes que aguantará el primer piso. Es un primer paso. Lo pones con seguridad. Empieza lo bueno.

El primer piso será un poco mas pequeño, aunque antes que pequeño digamos que «concentrado», ya que puedes poner el mismo número de naipes que en la base. Tienes que encajarlo perfectamente y alinearlo con las cartas de la otra planta. Y lo terminas, y sigues adelante.

Ni siquiera resoplas, aguantas la respiración porque ves como tu proyecto va tomando forma lentamente. Y añades otro piso con el mismo cuidado. Notas una brisita de aire, una «complicación» e incluso algunas cartas ceden, pero el resto está intacto. Apenas se habrá movido una columna.

Reconstruyes y sigues al siguiente piso reciclando las cartas caidas. Es mas pequeño que la base, pero mas perfecto. Cada vez hay mas equilibrio implicado en el castillo y hay que ser mas cuidadoso, tienes que tener mas cosas en cuenta.

Y sigues arriba. Sigues añadiendo plantas. Llega un punto en el que ves algo precioso y frágil al mismo tiempo y no quieres que se caiga. Lo malo es cuando empiezas a dudar. No puedes dudar en cómo colocar las cartas. Si te distraes, has perdido, seguro que pones alguna mal y ya no sustentará bien el piso superior, se torcerá. No puede ser. Los pasos tienen que ser firmes.

Y sigues subiendo. Te quedan dos plantas para llegar último nivel. Aquí ya no puedes dudar. O lo terminas, o lo dejas.

Y entonces pones las últimas tres cartas: la base, un lado de la columna y el otro. Y terminas. ¿Acaso has terminado el castillo ya? Te paras a contemplarlo. «Pues podria añadir otro castillo y juntarlos, y así hacer uno más dificil y complejo, pero mas bonito. Decides complicarlo todo implicando mas «cartas» pero no te importa, es tu proyecto y tu lo decides.

Lo malo…es cuando llegan ráfagas fuertes. Ráfagas que son intermitentes y que no sabes si van a derribar tu castillo.

Lo peor, es cuando lo consiguen.

Pero no está todo perdido. Cuando eso ocurre, quizás estes cansado de construir un castillo, puedes dejarlo para luego si quieres, que no pasa nada. Aunque las cartas estan desparramadas en elsuelo, unas bocaarriba y otras bocaabajo, desordenadas, las miras y dices: «son mis cartas».

Y entonces decides volver a construir otro castillo mas bonito y mejor que el anterior.

Con tus cartas.

(Al buen entendedor no le hará falta explicación)

Read Full Post »

Protegido: «Dwalla»

Este contenido está protegido por contraseña. Para verlo, por favor, introduce tu contraseña a continuación:

Read Full Post »

Protegido: Recompensa

Este contenido está protegido por contraseña. Para verlo, por favor, introduce tu contraseña a continuación:

Read Full Post »

«No sé si deberia hacer esto pero, resulta que finalmente lo estoy haciendo. Es tarde, entonces, pues en mi cabeza no para ni paras de dar vueltas como agua que desaparece por un desagüe.

Y si me equivoco que me fulmine un rayo, pues sería lo justo después de tanta miel derramada por mis labios y susurrada en voz baja.

Tampoco sé si llegarás a leer estas palabras algún día. Posiblemente, esta era la carta que hubieras encontrado al terminar el segundo capítulo de ese libro que estas recordando segun lees estas palabras. No era dificil. Demasiadas pistas y pocas insinuaciones.

Recuerdo aquella calurosa noche de verano, tu y yo, juntos, sentados jugando a asomarnos a los ojos ajenos, en la que descubrí que eras transparente como el vidrio recién enmarcado. Pude leer ese brillo imperceptible para quien no quiere ver, pude oir el eco de nuestras intenciones surcando el aire, ideas transformadas en sentimientos que lanzábamos fuera de nuestro ser pero que nuestro miedo nos impedía darle un sonido, convertirlos en palabra.

Es el miedo.El miedo…me da miedo. Me da miedo tener miedo. No quiero tener miedo. El miedo se transforma en un horrible Cuchillo de doble hoja y bordes afilados con el cual ya me han matado varias veces. He muerto a manos de esa hoja sin saberlo, sin quererlo. Resucité, ya que los humanos tenemos esa increíble facultad y he vuelto a sacarlos del cajón de la cocina. Y encima de la mesa está, con su mango negro y su hierro brillante manchado de sangre, por desgracia.  Cada vez que pienso en tí, ese Cuchillo gira en todas direcciones y sé que puede deslizarse y clavárseme en el pecho, en los ojos. En las manos.

El miedo transforma al rico en pobre, al pobre en inexistente. Al ratero lo convierte en rata y la enamorada acaba siendo la despedazada. Ese sentimiento, sensación, ese actuar convierte a la torre mas firme en un montón de ladrillos viejos apilados sin sentido en un rincón. Y yo no quiero tenerte miedo. No quiero tener miedo. Pero ese miedo solo puedes eliminarlo tú.

No ha pasado mucho tiempo desde que nos conocimos y aunque exista una tierna complicidad de sobra sabemos que no es suficiente. Se necesita mas para dejar de asomarse al balcón de los que esperan y sentarse en el salón de aquellos que no necesitan saber lo que hay fuera porque lo de dentro es envidiable. Ya te dije que el mundo está loco, que la mayoría corre sin saber a donde y gritan sin saber por qué. No son tiempos agradables para quienes buscan la sensatez por la calle. No existe la cordura en la ciudad sin estrellas.

Dijimos, a la luz de las velas: «Necesito tiempo» y no faltará. Aún no he cumplido los 31 y pienso vivir hasta los 80, o hasta que me aburra. Curiosamente, el tiempo podemos administrarlo a nuestro antojo siempre y cuando no nos domine a nosotros. Hay parte de tu tiempo que no puedes evitar gastar: tienes que trabajar, tienes que dormir, tienes que reír. Pero hay otra parte que si que está permitido que la disperses en tantos sitios y personas como conozcas, tienes ese tiempo en la mano igual que tendrías un puñado de arena. Depende de como lo mires, el tiempo se escapa o se transforma.

«Dame tiempo» te dije, pues hace tiempo me transformé en Invierno y mis ojos se volvieron de hielo, y mi corazón se hizo frágil y complicado. Esta armadura que ves no es infranqueable, pero tampoco invisible. Requiere que pierdas tu tiempo desmontando tornillos y remaches y me desnudes igual que cuando nos vimos reflejados en nuestras respectivas pupilas y solucionamos el mundo con unos besos, sintiendo que la ropa no era suficiente y nos sobraba.

¿Recuerdas como se tejen los sueños? Necesitas un hilo fuerte, una aguja fina y una paciencia de santón.El resultado, cuanto mas color tenga la vida mas lo tendrá el tapiz de nuestros deseos. Y siempre, si hay un roto, puede haber un cosido. Puede complicarse la urdimbre y la trama, pero el tejido seguirá siendo fuerte y resistente.

El Cuchillo se me clava de nuevo al pensar que solo estamos tejiendo la parte bonita del tapiz y que una vez perdida la ilusión y terminados los remates de los bordes, el tapiz te parecerá soso y aburrido y empezarás uno nuevo con distintos colores y un diseño diferente. El truco está donde te dije: inicialo con ilusión, continualo con perseverancia, termínalo con esfuerzo y contémplalo con orgullo. Procuralo limpio con verdades y sacúdelo de vez en cuando con la vara mas rígida que tengas, de esas que al golpear eliminan las trazas oscuras de los celos pero no hacen saltar ni un solo hilo del tapiz.

Sobre todo, mantelo limpio. Las mentiras son la mancha mas horribles y difíciles de quitar de ese hermoso tapiz que podemos ser tu y yo. No tienen solución. Aunque tu no las veas, siempre diferenciaré y seré capaz de ver los puntos donde han salpicado las falacias y los engaños. No dejes que se ensucie.

¿Recuerdas, cuando nos reíamos al sentir «eso» correteando por nuestra piel, esa energía que nos dejaba paralizados y que al mismo tiempo, nos hacía sentirnos vivos y con ganas de volver a vernos?

Nunca he pensado que esa isla donde estás estuviera tan lejos.


Lisboa, 10 de Julio de 1984″

Read Full Post »

Suelo volver a casa cuando estoy en Sevilla en taxi. Aquí no hay metro, aqui no hay nitbus, aqui no hay nada. Pero hay taxis.

A veces me gusta subirme y que me cuente su vida el taxista. A veces me duele tanto la cabeza que solo deseo que se le quede la lengua atrapada con el volante y se la arranque de cuajo. Pero hoy…ha sido distinto.

Me he retirado de donde andabamos tomando algo, una copilla, no mucho mas, y me he venido a casa directamente. Cogí un taxi donde siempre y el conductor era un chaval jovencito. 25 años, me dijo después.

Se quedó un rato en la puerta del taxi sin entrar, mirando a otros compañeros suyos que estaban en la fila para recoger clientes, ya que se habian acercado dos tiparracos y tenía miedo de que se le metieran a un compañero en el coche. Un dos contra uno a altas horas de la noche es muy imprevisible…o no. Mejor no arriesgarse, dice.

Se sube, le digo a dónde ir y comienza a contarme que está todo muy mal. Que cuando hay crisis, los rateros salen y hacen honor a su nombre apareciendo y actuando como tal animal. Que esto es insostenible, hasta dónde vamos a llegar. Y que el problema radica también en esos jóvenes descerebrados que son todos unos balas perdidas sin ideales, sin un futuro definido, sin algo o alguien por lo que luchar de verdad. Y por eso se pierden. También hablamos de inmigración, del trabajo que pocos españoles hacen ya porque nos hemos vuelto unos «señoritos». Y tiene razón, el jodío.

Hablando, con el taxímetro corriendo de tres en tres céntimos, me acaba contando que tiene 25 años, y una cría pequeñita de 4. Ese chico con mi edad ya era padre. Ha trabajado desde los 16, se ha sacado dos módulos y ahora vive del taxi, con su mujer asustada toda la noche porque no le rebanen el pescuezo como si fuera un cerdo en las fiestas de un pueblo castellano. Me pregunta:

-¿Tú eres de aquí?

-Bueno, cada vez menos.

-¿Cómo?

-Soy de aquí, pero vivo lejos.

-¿Estabas harto de esto, no?

-No realmente…cuando faltan las opciones hay que ir a buscarlas a algún sitio y yo tuve una oportunidad perfecta y no podía ´desaprovecharla. La única pena que tengo es que mi familia, mi madre, mi padre, mi hermano mayor, mis hermanas chicas, mis amigos…todos estan aquí.

-Pues…si yo echo de menos a mi familia cuando me subo al taxi, tú…

Seguimos hablando acerca de esos jóvenes «señoritos» que encuentran empleos de 1.200 euros al mes en un taller de coches, 8 horas al día, 5 o 6 días a la semana y que los rechazan «porque es poco para ellos». Poco, 200.000 pesetas. Me cago en lo que dijimos. Lo quieren todo hecho y lo quieren ya.

Yo he nacido con ellos realmente, en una época en la que con mas o menos carencias hemos -al menos yo- tenido de todo, hemos vivido tranquilos, sin esa dictadura que afectó a nuestros padres, sin ese miedo al qué va a pasar, al que dirán… Vivimos cómodos y yo el primero, sinceramente. Mis padres, y sobre todo mi madre, me ha dado prácticamente todo lo que he necesitado, pero si cumplía con mis obligaciones: los estudios. Y así se lo dije al chico.

El chico me contesta:

-Pues chico, felicidades por tener esa mentalidad. Falta gente como tú que tire del resto. ¿Qué estudias?

-Fisioterapia y espero licenciarme con Neurología bien aprendida.

-Pues tío, dale duro. Y te doy un consejo que aunque tengamos la misma edad casi, tenemos vidas diferentes y puedo decírtelo tranquilo: agradece a tus padres todo lo que puedas lo que han hecho y hacen por tí porque un día igual no puedes hacerlo y te arrepientes de no haberlo hecho antes, y lucha todo lo que puedas por ser una persona buena, justa, honesta, y por labrarte un futuro, el que sea pero que sea tuyo, que para ellos es el mejor mérito que se pueden poner por haberte criado.

-¿Cuánto es?

Read Full Post »

¿Se puede decir «Puta» en televisión?

Bueno es igual.

Ya ha terminado el fin de semana. Un fin de semana mas de trabajo, de fiestas, de salidas. Salí el miércoles, salí el jueves, trabajé viernes y sábado, el sabado a las 6 me fuí a un after y me he levantado hará poco mas de una hora.

Ritmo frenético que solo puedo mantener ahora, que no tengo exámenes. Esta semana que entra será otro cantar, con sorpresa incluida y todo.

Para los que esteis preocupados…no, no me he drogado. Apenas una copa y un chupito. Mi cuerpo no admitía mas, estaba totalmente saturado. Saturado de alcohol -que no borracho….bueno, si-, de tabaco, de música y de las caras de la gente.

Todo ello, y vuestros comentarios del post de las drogas me han hecho pensar mas. Sé lo que quiero, y lo que no. Sé lo que puedo ganar metiéndome y lo que puedo perder.

Prefiero perderme la sensación que produzcan esas drogas. Creo que hay cosas mejores que quiero conservar conmigo: amigos, integridad, ideales, salud. Doy por zanjado el tema, entonces.

Hoy no quiero escribir mas, aunque me apetezca. Tampoco tengo de qué, ahora mismo. Ya intentaré poner algo interesante estos dias, que caerá.

Pero aun así, gracias.

Read Full Post »

Older Posts »